El dilema de Harry Maguire: ¿debe renovar su contrato el Manchester United?
El Manchester United habría dejado claro a varios clubes que considera a Harry Maguire parte de sus planes a largo plazo.
A principios de esta semana, varias informaciones apuntaban a que Maguire había rechazado ofertas de varios equipos interesados. También se ha sabido que los Diablos Rojos están contemplando la posibilidad de ofrecer al central un nuevo contrato, lo que podría potencialmente verle terminar su carrera en Old Trafford.
Dado que el internacional inglés ya ha cumplido 32 años, es probable que cualquier prórroga propuesta lo mantenga en el club hasta su jubilación.
Una historia difícil en Old Trafford
La trayectoria de Maguire en el Manchester United ha sido turbulenta desde su traspaso récord de 80 millones de libras en 2019, una cantidad que asombró a los aficionados al fútbol y a los expertos por igual.
Aunque su temporada inicial fue prometedora, su rendimiento empeoró drásticamente en las siguientes. En un momento dado, Maguire se convirtió en una figura viral por todas las razones equivocadas, con innumerables memes y críticas tras varios errores de alto perfil.
Bajo el liderazgo de Erik ten Hag, Maguire vio cómo su papel disminuía significativamente. Jugó un papel marginal en la primera temporada del holandés y fue despojado de la capitanía en 2023. Ese verano estuvo a punto de fichar por el West Ham United, pero finalmente no se concretó.
Desde entonces, sin embargo, ha conseguido abrirse paso de nuevo en el equipo y se ha restablecido como uno de los jugadores más importantes de la selección. líderes clave en el vestuario.
A pesar de su admirable resurgimiento, el Manchester United debe evitar que las emociones dicten decisiones críticas.
Por qué Maguire podría no encajar en el nuevo sistema
Aunque Maguire ha mejorado su estado de forma, su éxito se ha producido en gran medida cuando se ha desplegado en una defensa de tres, similar al sistema utilizado por el ex seleccionador de Inglaterra Gareth Southgate durante los torneos internacionales.
Sin embargo, al analizar las exigencias tácticas del seleccionador Rúben Amorim, Maguire parece quedarse corto en varias áreas clave.
Para empezar, el ritmo nunca ha sido uno de sus puntos fuertes, un inconveniente importante en el fútbol moderno. Con la edad, es probable que esta limitación se acentúe aún más. Además, el planteamiento de Amorim depende en gran medida de defensas que jueguen el balón y sepan distribuir con eficacia desde atrás. Maguire, en el mejor de los casos, ofrece un nivel medio en esta faceta.
Jugadores como Leny Yoro y Ayden Heaven encarnan los atributos que requiere el sistema de Amorim: juventud, velocidad, serenidad con el balón e inteligencia táctica. Maguire, por desgracia, carece de muchas de estas características esenciales.
Historia del sentimentalismo en el Manchester United
Durante mucho tiempo se ha criticado al Manchester United por permitir que los sentimientos enturbien las decisiones futbolísticas.
El club ha retenido a varios jugadores -como Phil Jones, Luke Shaw, Victor Lindelof y Jadon Sancho- más tiempo del necesario, retrasando las inevitables renovaciones de la plantilla.
Volver a contratar Harry Maguire podría parecer un gesto noble para recompensar su perseverancia, pero contradice la visión a largo plazo necesaria para sacar adelante al equipo.
Bajo la propiedad de Ineos, el United ha señalado una nueva filosofía de fichajes: apostar por jóvenes talentos y jugadores que aún no han alcanzado su plenitud. Ofrecer nuevos contratos a veteranos que ya han pasado su mejor momento envía un mensaje contradictorio y socava esa dirección.
La presencia de Matthijs De Ligt complica aún más las cosas
Incluso dejando a un lado las preocupaciones tácticas, el puesto de Maguire en el equipo se enfrenta a una importante competencia por parte de Matthijs De Ligt.
Aunque Maguire exhibió su poderío aéreo con un espectacular gol de la victoria contra el Olympique Lyonnais en la Europa League en abril, De Ligt también posee dominio en el juego aéreo.
Y lo que es más importante, De Ligt ofrece mayor movilidad, un rango de pase más progresivo y, a sus 25 años, todavía tiene por delante sus mejores años.
Con semejante perfil ya en la plantilla, la necesidad de prolongar la estancia de Maguire resulta cada vez más redundante.
Repercusiones financieras del mantenimiento de Maguire
Una de las mayores dificultades para retener a Maguire radica en su salario actual. Según los informes, el defensa gana alrededor de 190.000 libras a la semana, sin contar las primas.
Incluso si aceptara una ligera reducción salarial, es improbable que fuera lo suficientemente significativa como para justificar su estatus de jugador de plantilla.
Está ampliamente aceptado -incluso entre sus seguidores- que Maguire ya no debería ser el central titular. Sin embargo, pagar un salario de primer nivel a un jugador de banquillo es un mal uso de los recursos, especialmente en un club que busca racionalizar las operaciones bajo un nuevo liderazgo.
Bloqueo del progreso de los jóvenes talentos
La presencia continuada de Maguire en la plantilla también podría obstaculizar el desarrollo de talentos emergentes.
Ayden Heaven, de dieciocho años, ha impresionado en sus escasas oportunidades, y un tiempo de juego constante es vital para su crecimiento. Retener a Maguire podría limitar sus oportunidades.
Del mismo modo, Tyler Fredricson, un prometedor graduado de la academia, ha demostrado su potencial y necesita exposición a la categoría absoluta.
Además, el club se ha hecho recientemente con los servicios de Harley Emsden-James, del Southampton, otro prometedor defensa, y también cuenta con Godwill Kukonki, que ya ha formado parte de la plantilla del primer equipo en alguna ocasión.
Con tantos defensas prometedores en busca de oportunidades, mantener a un central envejecido con un salario elevado parece contraproducente.
Una decisión difícil pero necesaria
No se puede negar que Harry Maguire ha demostrado compromiso y resistencia durante su etapa en el Manchester United. Su capacidad para recuperarse y recuperar un puesto en el equipo merece un reconocimiento.
Sin embargo, el fútbol es un negocio basado en los resultados, y hay que tomar decisiones difíciles por el bien del club.
Con una elevada masa salarial, desajustes tácticos y una talentosa cantera de jóvenes defensas esperando, lo más sensato es dejar que el contrato de Maguire siga su curso y separarse el próximo verano, de forma elegante pero decisiva.
El United debe resistir el tirón de la nostalgia si quiere construir un equipo preparado para el futuro.