Final de la Europa League: A vida o muerte para Ruben Amorim y Ange Postecoglou
Mientras Tottenham Hotspur y Manchester United se preparan para esta noche la final de la UEFA Europa LeagueEl choque tiene un significado inmenso para ambos clubes. Este partido tiene mucho más peso que cualquiera de las cinco finales europeas inglesas anteriores.
Lo que distingue a este enfrentamiento es el turbulento telón de fondo que cada equipo trae a la final. Pocas veces un encuentro europeo de tanto prestigio ha enfrentado a dos equipos que han pasado por tantas dificultades a lo largo de la temporada.
Una batalla entre luchadores
Separados por un solo punto en la clasificación de la Premier League, el Manchester United (39 puntos) y el Tottenham Hotspur (38 puntos) ocupan actualmente los puestos 16º y 17º, respectivamente, justo por encima del trío de descendidos. Es un récord desolador para ambos equipos, y ya está confirmado el final de Premier League más bajo de la historia del Manchester United. Los Spurs, por su parte, necesitan escalar tres puestos para evitar compartir esa misma ignominiosa distinción.
En conjunto, ambos equipos sólo han logrado 21 victorias en liga y han sufrido 39 derrotas. Estas cifras subrayan la magnitud del encuentro de esta noche: una oportunidad para redimirse con un título de plata, el regreso a la máxima competición europea y una ganancia económica esencial.
La esquiva búsqueda de la gloria
Para los seguidores de los Spurs, la Copa de Plata ha sido esquiva durante demasiado tiempo. El club del norte de Londres se ha quedado a las puertas en sus últimas cuatro grandes finales: perdió la final de la Liga de Campeones de la UEFA 2018/19, y las finales de la EFL Cup en 2020/21, 2014/15 y 2008/09. Su último triunfo se produjo en la final de la EFL Cup 2007/08 contra el Chelsea.
Su sequía europea se remonta incluso más atrás, ya que el último éxito continental del club se produjo en la Copa de la UEFA 1983/84, cuando se impuso al Anderlecht en la tanda de penales.
El técnico de los Spurs, Ange Postecoglou, está convencido de que ganar la final de esta noche podría suponer una transformación para el club. "Creo que podría ser un punto de inflexión en cuanto a la forma en que se percibe el club, pero también en cuanto a cómo se percibe a sí mismo, que es lo más importante", afirmó Postecoglou.
Y añadió: "Hasta que no lo hagas, independientemente de lo demás que consigas, la gente siempre va a decir: 'Pero si no habéis ganado nada'. Ése es el obstáculo que tiene que superar este club. Hasta que no lo consigas, la gente siempre te dirá: 'Siempre has fallado en los grandes escenarios'".
La necesidad de United de seguir triunfando
Por el contrario, el Manchester United ha evitado una sequía de trofeos en las últimas temporadas, habiendo levantado la FA Cup el año pasado y la EFL Cup la temporada anterior. Sin embargo, para un club de la talla del United, los éxitos esporádicos no bastan.
Ganar su primer trofeo europeo desde su triunfo en la UEFA Europa League 2016/17 aliviaría la presión sobre un equipo que ha luchado por estar a la altura de las expectativas. A principios de este año, el entrenador del United, Rubén Amorim, describió la plantilla actual como "quizá la peor" de la ilustre historia del club, una valoración mordaz que refleja el estado de ánimo en Old Trafford.
La carrera por la clasificación para la Liga de Campeones de la UEFA
La victoria de esta noche significa mucho más que levantar un trofeo. El ganador se asegura un puesto en la Liga de Campeones de la UEFA de la próxima temporada, una recompensa que ambos equipos ansían desesperadamente.
Esta temporada es la quinta vez que el Manchester United no participa en la máxima competición europea de clubes desde 1993. Por su parte, el Tottenham sólo se ha clasificado cinco veces para la Liga de Campeones en la última década.
Más allá del prestigio, la participación en la Liga de Campeones podría reportar unos 100 millones de libras en premios, derechos de retransmisión, patrocinios e ingresos por partidos. Esa inyección de fondos será crucial para que ambos clubes puedan renovar sus plantillas en el próximo periodo de traspasos.
Además, el fútbol de la Liga de Campeones mejora notablemente las posibilidades de atraer a talentos de primer nivel. A pesar de ello, Amorim ha planteado dudas sobre si su equipo del United está preparado para ese regreso.
A la pregunta de si una temporada sin Partidos europeos entre semana podría beneficiar al desarrollo del club a largo plazo, admitió: "Ésa es mi sensación. Necesitamos más tiempo con el equipo. Tenemos que arreglar muchas cosas en Carrington para las que necesitamos más tiempo".
Montajes a presión en los gestores
Esta final llega además en un momento en el que ambos entrenadores están sometidos a un gran escrutinio. Rubén Amorim, que no se hizo cargo del Manchester United hasta noviembre, se ha enfrentado a una intensa presión tras una pésima racha que incluyó siete partidos de la Premier League sin ganar.
Tras la derrota ante el West Ham United a principios de mes, Amorim dejó entrever su incierto futuro. "Si la próxima temporada empieza como acaba esta, tal vez nuevas personas tengan que ocupar este espacio", dijo, antes de aclarar: "Estoy lejos de renunciar. Lo que digo es que tenemos que rendir esta temporada, y en el futuro tenemos que rendir, o si no [el ejecutivo] nos cambiará."
Ange Postecoglou, por su parte, ha recurrido a su historial de éxitos en segundas temporadas. Es famoso por haber ganado títulos con el South Melbourne, el Brisbane Roar, el Yokohama F. Marinos y el Celtic en su segundo año. También condujo a Australia a la victoria en la Copa Asiática durante su segundo año en el cargo.
Al ser preguntado por su futuro y las críticas recibidas, Postecoglou respondió desafiante, afirmando que una victoria de los Spurs en la Europa League "disgustaría a mucha gente".
El coste de la derrota
Hay mucho en juego, y las consecuencias de perder pueden ser graves para cualquiera de las partes.
"Si no ganamos va a ser muy duro", admitió Amorim. "La paciencia de los aficionados y de ustedes [los medios de comunicación] el año que viene va a estar al límite".
Perderse por completo el fútbol europeo y empezar la próxima temporada desde una base tan baja dificultaría significativamente los esfuerzos de reconstrucción. Por el contrario, entrar en la 2025/26 como club de la Liga de Campeones ofrecería una esperanza y un impulso renovados.
Para el Tottenham, otra derrota en la final reforzaría su reputación de club que flaquea en los grandes escenarios. Amorim llegó a decir que una derrota dejaría sin sentido la trayectoria del United en la Europa League.
"Mi mensaje a los jugadores es que tenemos que ganar o no importa".